Probablemente esta es la carta que ha escrito una desconocida, más apegada a la realidad que vivo, viví o yo que sé, ya ni sé en que tiempo conjugar ese verbo. Hoy lo ví mañana espero olvidarlo.
Una noche como hoy hace falta repetirse lo que está bien y lo que está mal de esta situación. ¿Pero si lo bueno y lo malo es subjetivo? ¿Que hace uno entonces?Pensar.¿Que me hace sentir bien?Tu.
Hay dos problemas ahí:
1. A ti te hace sentir bien ella… y yo… ¿o quien?
2. el tiempo, dos meses, que aunque son finitos, esta noche (y las anteriores) se han sentido eternos.
¡Sábelo! Te quiero mucho ¿por que no te basta? ¿Por que alguien más con quien ni siquiera estas conforme?
Me he convertido en una clase de psicópata acosadora y ahora estoy informada sobre ella. Información mala para ella y supongo que buena para mi, pero creo que aun así no puedo juzgarla porque quien esta mal soy yo. Tú también estás mal.No solo eres mitad culpable sino también mentiroso, descarado e insensible.
Entonces, ¿por que me haces sentir bien?La respuesta mas completa y exacta a esta pregunta es “no se”.No se, no se, NO SE!
Si se que estoy mal.
-de repente hago una pausa, todo se hace nudo en la cabeza, hay tantas cosas que quiero aclarar, ideas desordenadas, hay tanto que reclamarte…-
Pero lo que sobresale entre tantas ideas, reclamos e insultos es un te extraño.Con todo y mentiras, enredos y problemas… tus besos, tus manos, la sonrisa… (Muy trillado ya se, pero cierto también, en especial lo de los besos).
Escribo esto con una decepción en mí.También hay que repetirse en una noche como esta mis verdades:Soy la otra, soy la otra, soy la otra.Lo escribo tres veces mas no lo creo ninguna.
¡Y estoy enojada! Mas conmigo que contigo, también con el iPod que no quiere prender (en medio de la crisis las canciones que te recuerdan me llenan).
Y es puro drama conmigo, a veces yo misma me canso de mi, es ahí cuando pienso en que no lo vales y cambio de pensamiento a cosas menos frustrantes. Pero no puedo –ni quiero- no ser yo.
Y yo te quiero.
Me arrepiento todos los días de haber hecho lo correcto y pedirte distancia. Pero después me consuela el orgullo, que hasta ahora es lo que me mantiene lejos del celular.
Si, he pensado en llamarte. Pero ¿que te diría?Otra vez se me ocurre la respuesta perfecta.No se. ¿Sabes que si se?Que tú no has llamado. (Y no es excusa suficiente que yo te haya pedido que no lo hicieras… ¡Claro que quiero que llames! Tonto)
-otra pausa, nudo en la cabeza y ahora también en la garganta-
Es en noches como esta, que más que recordar que es lo que esta bien y mal de la situación, recordar la situación en si.
Hoy te quiero, pero eso también es finito.
