31 de marzo de 2009

De pérdidas y nuevos lugares.

Las miradas una vez más han huido, han tenido miedo de los espejos y han explotado en millones de cristales. 
La suavidad tiene su sitio en un lugar sombrío lleno de telarañas y ya no pregunta por nadie.
¿Entonces todo ha cambiado de sitio?
Hasta su amante que cada noche iba, ha buscado una cama menos colorida (y que no se ha tendido cuatro cuerpos atrás). 

Ella se toma una taza de té de nostalgia. Cuando sólo quedan recuerdos se encuentra al yo más puro. 

Estamos solos, llanamente solos. 
Y nos perdemos en las sábanas y los vestidos que usamos tantas veces cuando todo ocupaba un lugar específico, antes de que el caos fuera una palabra vacía para describir un nuevo sentimiento. 

20 de marzo de 2009

Uno: desconocido.


Alguien dijo una vez que el espejo engaña. Lo había leído, no recordaba dónde, pero se le quedó grabado en la memoria. La gente se mira en un espejo pero lo que ve es su reflejo pasado, nunca el presente. Aunque sea una millonésima de millonésima de segundo, el tiempo nunca deja de ser tiempo, y esa millonésima también es tiempo por ínfimo que parezca. Si la luz de una estrella en el firmamento es lo que emitió hace millones de años, y nos llega a la Tierra cuando ya la estrella está muerta, la luz de un rostro reflejada en un espejo siempre llega después de haber sido emitida y hacer el trayecto de ida y vuelta. 
Así que, en un espejo, nos vemos siempre como éramos hace una millonésima de millonésima de segundo. Odiaba ponerse trascendente y filosófica, pero es que era así. 

¿Y todo aquello por qué? 

Oh, sí, por la maldita pregunta. 

-¿Nos conocemos bien? -había dicho el profe de filosofía.

Se conocía bien?

Respuesta: no.

No tenía ni idea de qué o quién era.


Jordi Sierra I Fabra

18 de marzo de 2009

¿Qué sabe el mundo de nosotros?


¿Realmente sabe alguien de nosotros?

Sí, sin querer la gente se ha convertido en testigo omnipresente de nuestro incendio. Nos miran pero no sabemos que lo hacen 
(sencillamente en silencio las salamandras sueñan sábanas celestes)

A veces nos convertimos en los protagonistas de una historia que sucede en las noches. En las sombras somos dos gatos que se encuentran en un callejón y antes de pelear observan su semejanza. En las noches las estrellas se caen y la chispa inicia.

Han visto esas peleas de telenovela, de canciones en rockolas y de refrescos que se destapan haciendo ese sonido que es difícil traducir en letras. ¿Estaremos tan bien? Cuando realmente nos vean caminar como mortales podremos decir que el mundo sabe mucho de nosotros. Mientras lo único que sabe es de sombras y de voces que salen de algún lado.

Pero nuestro rostro, sin la careta que comúnmente nos colocamos (de arlequín o de criminales) se verá de nuevo cuando nos conozcamos. 

Aunque sí sabe que dormimos.


4 de marzo de 2009

La cresta de Ilión.


Somos dos náufragos en la misma playa, con tanta prisa o ninguna como el que sabe que tiene la eternidad para mirarse...                       hemos robado manzanas y nos persiguen...           sé que estamos huyendo de este momento o de las palabras directas, de una emoción... momentos tan honda y confusamente vividos dentro de nosotros mismos...          no sé decir las cosas que siento. Tal vez algún día las escriba frente a otra ventana...       los únicos sobrevivientes del invierno...       conserva la moneda, tu rostro y el mío, para tardes lluviosas en que el tedio pesa enormemente...             ni un alma transita por ninguna parte...

La Cresta de Ilión- Cristina Rivera Garza retomando frases de Amparo Dávila. 

Me encanta cuando los escritores logran este efecto único.

2 de marzo de 2009

Como navegar en una cama.


(Inspirado en un título de entrada de Naty)

Cuando la noche ya está en su mejor momento (hablamos de una hora específica que será mencionada a continuación) es necesario dejar que las ideas se cuelen por debajo de la puerta, abrir la ventana y revivir toda esa magia que en el día NO puede suceder.

Ingredientes:
1. Noche noche noche (o alusión de noche, por ejemplo, encontrar las cortinas ideales para lograr la oscuridad perfecta)
2. Estrellas adheribles al techo, obviamente que brillen en la oscuridad.
3. Una cama (por si fuera poco) muy cómoda, que sea tan tuya que tu nombre esté tatuado en el interior del colchón, en cada respiro, cada sueño y cada tontería que se te ocurrió mientras la personalizabas. 
4. Sábanas suaves (es necesario el efecto)
5. Calcetines más suavecitos.
6. Múm en tu reproductor musical (que a como vamos se convertirá en un aparato más de nuestro cuerpo)
7. Sueños, no sueño.

Nota: Antes de calentar el horno y de tener el royal listo para que el pastel se esponje... Es necesario olvidar que se está haciendo una receta al pie de la letra, hay oportunidad de agregar más o menos estrellas de oscurecer más el cuarto pero no menos y sobretodo de darse la oportunidad de que la infancia se retoma cuando uno ya esté harto de la pretensión del ser adulto. De aquel que ya sabe a donde va y que su barco tiene una ruta estricta y específica. 
No, el error es parte importante del éxito de esta receta. Porque a veces uno tiene miedo y quiere escribir en letras chiquititas para ver si así el sentimiento se hace de ese tamaño. En fin la nota se ha hecho muy larga.

Instrucciones:

1. Uno debe tener en cuenta que sin imaginación no funciona na-da. 
2. Después de apagar la luz generalmente las estrellas comienzan a brillar y si uno tiene un poco de tacto puede agruparlas como las constelaciones de la vía láctea.
3. Meterse a la cama imaginándose que alrededor hay un océano en el que uno viaja y que pase lo que pase tirarse del barco sería probablemente morir ahogado, entonces uno siente, que en la oscuridad uno va y viene.
4. De pronto sientes la suavidad de todo lo que te rodea, las sábanas pero sobretodo los calcetines, esa sensación perfecta de roce con las sábanas. Estas seguro ahí dentro.
5. Tu mente debe vaciarse en ese momento no hay nada más que un mar y tu estas a la deriva, pensar en como llegar sería perder el tiempo, mejor recordar todas esos momentos únicos en los que no perdiste la fe porque eras niño.
6. La música que suena en el océano de tu preferencia es como la que sonaba en una caja de música de las abuelas o de las tías que ahora sueñan más que en sus años mozos cuando los esposos regalaron esa caja no imaginaban tanto ni añoraban un poco más. Ahora ellas se dan el lujo de ser bailarinas de esas notitas musicales.
7. El vaivén del mar te hace inventar palabras porque mientras el estrés te bloqueaba la mente y el tráfico, la necedad y todas esas nubes de palabras te ofuscaban la vista, en este momento ya nada de eso importa. Solo soñar, con esos planes que tienes para cuando llegues a tierra firme anteriormente quisiste darles de comer pedacitos de sueños a los peces, pero sueño ajeno no es bien degustado en boca ajena.
8. Los ojos pese a que no son ingredientes intentan serlo. Se cansan poco a poco, el mar te arrulla y tu cedes, que mas da. En la noche que tu inventas las estrellas brillan como tu quieras. 

Sólo se trata de recordar ese realismo mágico que en cada habitación cabe. Nada más no saltes del barco. 

(La hora nunca se mencionó porque probablemente tu hora favorita de la noche sea distinta)

Días y días.


Ya llegamos de nuevo a esos días del mes donde más maternal me siento, me convierto en una persona hipersensible y con antojos el doble de intensos que los que me acompañan el resto de mis días "normales".

No sé si sea mi desajuste hormonal el que me hace sentirme así o yo que sé que es pero por ejemplo, en este momento me siento sin sueño, con ganas de saber porque mi safari 4 versión beta que promete grandes cosas no se puede instalar en mi preciosa bebé. 

Esta es una entrada random para darle la bienvenida a mi semana trágica del mes en la que probablemente tenga unos cólicos de la fregada o probablemente no. No lo sé ya no sé ni que esperar de mi cuerpo. Lo único seguro es que no quiero que se acabe la noche, quiero gritar, encontrar razones a todo, organizar perfectamente bien mi tiempo y dinero y sobrevivir de atún esta semanita. 

A veces la vida es más bonita de lo que uno cree, pero es como esos programas difíciles a los que si no les picas y les vuelves a picar no encontrarás todas esas sonrisitas guardadas, eso es la vida. Bueno, es eso y un puñado de imágenes más, debería de hacer una exposición colectiva en la que les pida a todos los que participen que expliquen lo que es la vida para ellos con una imagen. Que difícil. 

Además debo empezar a colaborar con la búsqueda de casa, porque soy muy cómoda y quiero que María bonita y Marlechita lo hagan por mi. Ñah, debo de involucrarme más ñ.ñ 

Ya empezaron los cólicos. ¡Bienvenido embarazo psicológico del mes!