31 de marzo de 2009

De pérdidas y nuevos lugares.

Las miradas una vez más han huido, han tenido miedo de los espejos y han explotado en millones de cristales. 
La suavidad tiene su sitio en un lugar sombrío lleno de telarañas y ya no pregunta por nadie.
¿Entonces todo ha cambiado de sitio?
Hasta su amante que cada noche iba, ha buscado una cama menos colorida (y que no se ha tendido cuatro cuerpos atrás). 

Ella se toma una taza de té de nostalgia. Cuando sólo quedan recuerdos se encuentra al yo más puro. 

Estamos solos, llanamente solos. 
Y nos perdemos en las sábanas y los vestidos que usamos tantas veces cuando todo ocupaba un lugar específico, antes de que el caos fuera una palabra vacía para describir un nuevo sentimiento. 

No hay comentarios: