via: papertissue
Mar, palabra monosilábica, como si tu profundidad fuera así de monosilábica.
Una niña se encontró perdida en un arrecife de coral y se convirtió en sirena, nunca más la encontraron, ella quiso perderse, ser olvidada de un lugar al que ella decía que no pertenecía, su lenguaje, su cuerpo, sus manos, su aroma cambió. Yo la conocí cuando se convirtió en una pintura al óleo. Su sensibilidad de sirena y su condición antigua de “ser humana” se redujo a un 60x90 óleo sobre tela, de un artista que fue su amante, de un artista que no tiene nombre porque puede que se haya convertido en espuma. Entonces tuve miedo, que tal si al alejarme del mar y al acercarme a los bosques me convertía, yo que sé ¿en “Pie grande”? Pero el miedo no es algo que me consuma, me alejé e inclusive olvidé su nombre, olvide sus tres letras y mejor me ocupé de mis tres letras y les puse un punto final.
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