1 de enero de 2009

Au revoir 2008.


Se gestan los mejores deseos, todas las ganas del mundo, se tienen esperanzas se mantiene firme ese árbol, se confía en las alas una vez más y si nos caímos veinte veces el año pasado hoy es eso pasado y nada más. Quedan recuerdos y sonrisas, inclusive quedan olores registrados en nuestro olfato y besos que queremos analizar como un número más. Hay resacas y nuevos remedios para curarlas y quedan todas esas palabras que no pronunciaste, las que sí, las que no sabes por que lo hiciste y queda hoy. Tengo sabores nuevos, bebidas favoritas, canciones que cambiaron el mundo por un instante y un corazón con el que nuevamente harás las paces. No fue fácil, sin embargo no hay manera de no decir que el año pasado fue de lo mejor y de lo peorcito. Perdí a mi abuelo y eso pesa. Pesa tanto que de pronto sientes que nada vale, pero siempre hay una sombrilla para un día nublado y él sigue siendo mi todo y estando conmigo, que bonito. 

Además de todo vivo mi sueño saqué un precioso 97, tengo una cámara y a un hijo llamado pollito que me ha acompañado desde mi nacimiento, vivo en un lugar hermoso y estoy en este momento estrenando un año que será increíble (y esa palabra le queda chica a lo que será mi año. Porque en la siguiente entrada vienen las ideas y los globos que iré pinchando. 

Hasta luego 2008 en tus números se quedaron mis suspiros y mis lágrimas pero sobretodo estrené mi verdadera pasión.

No hay comentarios: