7 de diciembre de 2009

Un mapa en su espalda.


Al no tener más post it flags me dedico a romper servilletas. Como si las devorara, "hola, me hice adicta al café gracias a la mística" o mejor... "buenas tardes me hice adicta al café porque tenía que soñar primero y después el mundo despertaría" no... no, NO.
"No me hice adicta a nada, más que al olor de los libros usados, a unos cuantos versos de diferentes poetas. A la voz de las mujeres que escriben. A la biblioteca que cierra a las dos de la mañana"

¿Cuándo me cansaré de este mi sueño?
Espero que nunca, espero que siempre. No. Nuevamente no quiero escapar de algo que siempre he amado.

¿y tú mujer también leíste Mujercitas y quisiste ser Jo?

Cuando empezamos... (Es pregunta y también una frase al aire)

Postdata: También me hice adicta al café gracias a una chica de cabello largo e historias enredadas en este y al sabor de mi novio después de una taza de éste.

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