Me encanta mi cepillo de dientes porque en él están todas las estrellas. En su mango puedes ver constelaciones y divagar entre su inexactitud tan complicada.
P.d. Y en el sonido de la lluvia en mi aire acondicionado: la sinfonía del absurdo.
¿Puede alguien darme girasoles en mi cumpleaños? No son mis favoritos pero si viven mucho tiempo.
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