16 de junio de 2009

Oh my dearest Marge.


La guerra fría en el matrimonio

Mi amor por ti es un cuarto tibio
que me hace recordar
como viví en la Luna.
Cráteres desiguales y cenicientos
lugares brillantes y fríos
bajo un cielo negro de acero
Las estrellas penetraron
con puñales los secretos
de mis dolores y comezones.
La bruja tortura con piquetes
de agujas.
Le pregunto a mis ojos
si soy notable.
Nunca. Los rechazos
brotan del silencio grotesco
como medallas para
hacer cosas desconocidas:
cerezas de chocolate
empacadas en el Sinaí,
capullos de rosas
rosaditos como las primeras
pinturas labiales para niñas.
Cuando me acuesto
sobre una roca escucho
pausadas recitaciones
con esa voz con la que
tengo grabados
mis pecados y mis errores.
Los meses sangraron poco a poco
sin nosotros.
La campiña se desnudó.
El frío quedó aquí.
Una mañana los reglamentos
fueron dictados. Había límites
en donde yo no lo sabía:
primero una valla de zarzas .
luego una barda de estacas
y al final alambradas de púas.
Su pene alardeó: "yo sé
que tú no lo harás...",
"repítelo conmigo", y otros sermones.
Mis huesos se atontaron.
Era un juego de ajedrez
entre mortíferos volcanes.
Yo tuve que partir.

Lo único que quedaba por hacer
con aquel cadáver, era comérselo.

-Marge Percy
Feminista de la New Left, relacionada con los beats, aunque menor que ellos.
"La obra de Marge Percy (...) destaca en la literatura de Estados Unidos por su poesía coloquial, de imágenes vivas y modernas, entre sucesos cotidianos y actitudes contestatarias. Como feminista, su obra refleja las inquietudes de una mujer en su tiempo" (Anaya, 1998: 152).

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