25 de junio de 2009

Sofía y la mujer.


Nuevamente me siento a escribir acerca de mis teorías sobre la mujer. Insisto, un balance siempre es necesario: Mujer+hombre.

¿Pero quién es quién?
La soledad y la mujer siempre han ido unidas, son dos entes femeninos que habitan en una misma alcoba. Se ríen, toman el té y observan su historia. Ella sentada con un vestido de seda que su cuerpo siente y goza, la soledad observándola como buena acompañante le pregunta por todos esos años que ha vivido con un hombre sin sentirlo, por todos esos años en los que ha sido protegida y rodeada por muchos por su carácter débil y sólo experimenta una soledad dulce. Sencillita. All the loans are payed.

He visto las tres películas de Sofia Coppola y leí que uno de sus temas principales es esta soledad que se experimenta, como lo he dicho: en cualquier etapa de la vida. La soledad de las hermanas Lisbon en The virgin suicides, el imponente papel de Lux, su sensualidad que te contagia, las ganas de destacar por miedo a encontrarse con ella misma. Y que tal la hermana menor, Cecilia, "Doctor You've never been a 13 year old girl". Son ellas, revelándose, intentando escapar y lo logran.

Después tenemos a Charlotte en Lost in translation, sentada ante el vacío, sin saber realmente con quien se casó, conociendo a un extraño que siente lo mismo. Intenta encontrarse en una ciudad tan grande como lo pequeño de su nombre. El equilibrio siempre tiembla.

Finalmente está Marie Antoinette, ahí la reina adolescente no logra consumar su matrimonio, vive rodeada de gente, de lujos, de pasteles y de vestidos. Todo para cubrir el hueco que le dejó la interrupción de su inocencia. Así vive y así se despide "I'm just saying goodbye".

Y ahí están esas tres mujeres que son fuertes, luchan para mantenerse con la frente en alto. Utilizan sus elementos más femeninos para pedirle a la soledad que las deje. Y aparece el hombre para lograr el equilibrio y después dejarlas a la mitad. Lux conoce a Trip Fontaine, su despertar y su ocaso. Charlotte conoce a Bob, él tampoco puede dormir, también está solo. Marie Antoinette al Dauphin, ambos comparten la incertidumbre del reinado, son unos niños y su inmadurez se compensa y se ayuda.

Todo es una suma siempre, donde los factores si alteran el producto. Si hay más soledad, hay menor posibilidad de que el equilibrio surja. No lo sé. Espero un equilibrio pronto. Muy pronto o por lo menos ser dirigida por Sofía o ser reina de Francia sin la guillotina.

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