5 de julio de 2009

Chismes de niñas.


La pijama es sin duda el elemento que hay entre lo terrenal y lo efímero. Sí, sin problema alguno una mujer en pijama siente que la ropa le cubre lo necesario y la rescata del hastío que genera el día en su piel. No vamos a negar que el cuerpo agradece las diferentes tendencias que registra, pero llega la hora en la que sentir la suavidad es símbolo de lo esencial.
Y no es por nada, pero grandes conversaciones de la historia se han dado con la pijama puesta y palomitas en la cama. El amor, la vida, la libertad, los sueños.
Claro, nadie demerita a Platón, ni a Nietzsche, ni sus momentos de sabiduría en medio del bosque o de alguna caverna.

Una solo quiere disfrutar, reinventar, entender, conocer y muchos verbos en infinitivo.

En la soledad más oscura ella está ahí, con probabilidad es una representación latente de la primera. Con menos seguridad ella me ha secado lágrimas y ha conocido secretos urbanos de la ciudad de mis sueños.
Ella también lo conoce.
Y yo no.

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