6 de febrero de 2009

Una imagen para aquella decadencia.


Crear imágenes ni aquí ni en China es sencillo. Evocar un sentimiento a través de palabras e ilustrarlos de tal manera que digan todo es complicado. Si la imagen no funciona has perdido a medio camino la proeza. 

Pero que sucede cuando tu olor me trae millones de imágenes. Bizarro, que un simple olor traiga a mi mente la imagen de la decadencia. Siento que en este vacío nos estamos llenando y toda la intensidad de las palabras se pierde cuando sentimos el calor de nuestra respiración. No me interesa saber que sucede. Sólo saber que sucedemos me hace sonreír. Planear picnics que se quedan en mi mente y temer por todo es la moda.

Porque en este momento encontramos un espacio en la línea del tiempo, nuestros ejes se cruzaron. Nuestros cuerpos finalmente hallaron refugio. A pesar de lo que no somos sabemos ser y encontraste la técnica para sacarme sonrisas fugaces y nuevas ideas.

Tu olor, tu cabello, tu edad e inclusive tu mirada son la imagen de la decadencia. Y yo parece que soy la luz del final del túnel o toda la claridad antes de caer en el abismo. 

Juguemos el juego que juegan los infames; el de crear imágenes para dejarse caer. 

Risa. (a veces los encuentros se traducen a canciones)

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